Y si concedemos al hombre parte de Nuestra misericordia y luego se la arrebatamos,...

Y si concedemos al hombre parte de Nuestra misericordia y luego se la arrebatamos, se desespera y es desagradecido.
Y si le concedemos Nuestra gracia después de haberle alcanzado la adversidad, dirá: «El mal se ha alejado de mí», y se muestra contento y altivo (y desagradecido con su Señor).