ٱلَّذِيٓ أَنقَضَ ظَهۡرَكَ
las cuales pesaban sobre tu espalda?
وَرَفَعۡنَا لَكَ ذِكۡرَكَ
Y te hemos enaltecido en esta vida y en la otra[1].
1- Pues cada vez que el creyente pronuncia la shahada (el testimonio de fe o la doble declaración de fe: “Atestiguo que no existe ninguna divinidad verdadera con derecho a ser adorada excepto Al-lah, y atestiguo que Muhammad es el Mensajero de Al-lah”), ya sea en sus rezos o fuera de ellos, menciona el nombre del Profeta —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz— junto con el de Al-lah.
فَإِنَّ مَعَ ٱلۡعُسۡرِ يُسۡرًا
Ciertamente, en toda dificultad hay un alivio.
إِنَّ مَعَ ٱلۡعُسۡرِ يُسۡرٗا
Sí, ciertamente, en toda dificultad hay un alivio.
فَإِذَا فَرَغۡتَ فَٱنصَبۡ
Y cuando acabes (tus quehaceres cotidianos), dedícate a adorar (a Al-lah)[1]
1- También puede interpretarse: “Y cuando acabes (de rezar) implora (a Al-lah)”.
وَإِلَىٰ رَبِّكَ فَٱرۡغَب
y suplica a tu Señor (anhelando el Paraíso y temiendo el fuego del Infierno, dirigiéndote a Él en todos tus asuntos).
وَٱلتِّينِ وَٱلزَّيۡتُونِ
(Juro) por el higo y por la aceituna[1],
1- Al-lah jura posiblemente por estos dos frutos en concreto o por los árboles de los que provienen porque crecen en los montes de Jerusalén, tierra a la que fue enviado el Profeta Jesús —la paz de Al-la esté con él—.
وَطُورِ سِينِينَ
por el monte Sinaí[1]
1- Lugar en el que Al-lah habló a Moisés.
وَهَٰذَا ٱلۡبَلَدِ ٱلۡأَمِينِ
y por esta ciudad segura (de La Meca)
لَقَدۡ خَلَقۡنَا ٱلۡإِنسَٰنَ فِيٓ أَحۡسَنِ تَقۡوِيمٖ
que hemos creado al hombre con la mejor de las formas.
ثُمَّ رَدَدۡنَٰهُ أَسۡفَلَ سَٰفِلِينَ
Después lo enviaremos a lo más bajo (al fuego del Infierno),
إِلَّا ٱلَّذِينَ ءَامَنُواْ وَعَمِلُواْ ٱلصَّـٰلِحَٰتِ فَلَهُمۡ أَجۡرٌ غَيۡرُ مَمۡنُونٖ
salvo a quienes crean (en Al-lah y en Sus profetas y los obedezcan) y obren rectamente, pues estos obtendrán una recompensa sin límites.
فَمَا يُكَذِّبُكَ بَعۡدُ بِٱلدِّينِ
¿Por qué niegas la resurrección y el Juicio Final tras (saber) esto (oh, hombre)?
أَلَيۡسَ ٱللَّهُ بِأَحۡكَمِ ٱلۡحَٰكِمِينَ
¿Acaso no es Al-lah el mejor juez?
ٱقۡرَأۡ بِٱسۡمِ رَبِّكَ ٱلَّذِي خَلَقَ
Recita (lo que se te revela, ¡oh, Muhammad!) comenzando por el nombre de tu Señor, que ha creado (todas las cosas).
خَلَقَ ٱلۡإِنسَٰنَ مِنۡ عَلَقٍ
Creó al hombre de un coágulo adherente[1].
1- Ver la aleya 5 de la sura 22.
ٱقۡرَأۡ وَرَبُّكَ ٱلۡأَكۡرَمُ
¡Recita! Tu Señor es el más Noble y Generoso.
ٱلَّذِي عَلَّمَ بِٱلۡقَلَمِ
Él enseñó al hombre a escribir con el cálamo.
عَلَّمَ ٱلۡإِنسَٰنَ مَا لَمۡ يَعۡلَمۡ
Y le enseñó lo que no sabía.
كَلَّآ إِنَّ ٱلۡإِنسَٰنَ لَيَطۡغَىٰٓ
Ciertamente, el hombre se excede
أَن رَّءَاهُ ٱسۡتَغۡنَىٰٓ
cuando se ve autosuficiente (por las riquezas que posee).
إِنَّ إِلَىٰ رَبِّكَ ٱلرُّجۡعَىٰٓ
Y a tu Señor deberá retornar.
أَرَءَيۡتَ ٱلَّذِي يَنۡهَىٰ
¿Acaso no ves a quien impide
عَبۡدًا إِذَا صَلَّىٰٓ
rezar a un siervo (de Al-lah)?[1]
1- Estas aleyas aluden a Abu Yahal, un acérrimo enemigo del Islam, que amenazó a Muhammad —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz— por rezar cerca de la Kaaba.
أَرَءَيۡتَ إِن كَانَ عَلَى ٱلۡهُدَىٰٓ
¿Has reparado (¡oh, Abu Yahal!) en si (Muhammad) está en el buen camino
أَوۡ أَمَرَ بِٱلتَّقۡوَىٰٓ
o si ordena la piedad?
أَرَءَيۡتَ إِن كَذَّبَ وَتَوَلَّىٰٓ
¿Has visto (¡oh, Muhammad!) cómo (quien te impide rezar) niega la verdad y se aleja de ella?
أَلَمۡ يَعۡلَم بِأَنَّ ٱللَّهَ يَرَىٰ
¿Acaso no sabe que Al-lah lo observa?
كَلَّا لَئِن لَّمۡ يَنتَهِ لَنَسۡفَعَۢا بِٱلنَّاصِيَةِ
Si no desiste (de su actitud) lo agarraremos por la frente (hasta hacerlo entrar en el fuego),
نَاصِيَةٖ كَٰذِبَةٍ خَاطِئَةٖ
una frente mentirosa y pecadora[1].
1- Llama la atención que esta aleya se refiera a la frente como mentirosa y pecadora en vez de describir al hombre con tales adjetivos. A mediados del siglo pasado se descubrió que la zona frontal del cerebro es la responsable de planear, motivar e iniciar un comportamiento concreto; en otras palabras, es responsable de mentir o de decir la verdad, así como de mostrar un comportamiento agresivo. Nuevamente, el Corán corrobora los conocimientos científicos actuales, los cuales no podían conocerse en tiempos del Profeta Muhammad —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz—.